Ferguson era un joven delantero, un atacante que compaginaba el gol con su trabajo en los astilleros de Clyde, en realidad era un aprendiz, como era en realidad era un simple futbolista aficionado que intentaba buscarse un hueco en aquel deporte que amaba. Ni era delantero profesional, ni era un astillero consolidado, su pasión siempre fue el balón y aquel trabajo en Clyde sería pasajero, quizás necesario para lograr lo que buscaba, fútbol.
Dumfermline. Así sin más no suena a nada, a algunos quizás sí. A unos y otros y otros decirle que fue el club escocés que dio a Ferguie la oportunidad de salir al escenario, aquella obra que finalmente acabaría siendo maestra. Su olfato goleador a punto estuvo de llevar al club a conseguir la Scottish Premier League y la Copa de 1964, no fue así y al año siguiente, no contento con su aportación, Alexander Chapman Ferguson logró el título de máximo goleador, 45 tantos en 51 encuentros. 45, si, como 45 fueron los títulos que al final de su film, Sir. Álex se lleva en la mochila. Casualidades.
Falkirk. Este es el club donde Ferguson comienza a dar sus primeras órdenes desde el banquillo. Esta ciudad al noreste de Edimburgo y Glasgow desconocía que cuarenta años más tarde, aquel jugador que compaginaba su puesto con el de técnico, cerraría una vida de éxitos futbolísticos. Uno de los entrenadores más laureados de la historia del balón. Tras despedirse de sus dotes goleadoras en el Ayr United, si, United, otra graciosa y curiosa casualidad, Álex Ferguson inicia su aventura al frente de un banquillo, el del East Stirlingshire.
‘The Shire’. Este es el club en el que empezó a curtirse la leyenda, donde sus dotes de mando empezaron a ser notables. Aquel estilo, decisiones tácticas tan novedosas como eficientes y sobre todo su carácter, no pasaron desapercibidos. Su labor al frente del club donde nació el mito de Govan (lugar de nacimiento) le llevó a firmar por el Saint Mirren, a la postre, base del éxito del escocés.
“Nunca he tenido miedo a nadie, pero Ferguson era un bastardo
terrorífico desde el principio”
(Bobby McCulley, estrella del East Stirlingshire)
En su nuevo destino Ferguson empezaría a conocer el sabor de la victoria, y le gustó. El ascenso a la máxima categoría del fútbol escocés saliendo campeón, le valdría para llegar a uno de los banquillos importantes del panorama británico, aquel maravilloso Aberdeen ganador, el club con el que todos relacionamos a Ferguie antes de coger el vuelo al olimpo, ese vuelo destino Manchester que cambió su vida y la del club de Old Trafford. Pero antes, como decimos, cuatro Scottish Cup, tres Scottish Premier, la primera en 1980 tras 18 años de dominio de los de Glasgow y sobre todo, la Recopa de 1983 tras salir campeón al imponerse a Bayern Munich y Real Madrid, con ese palmarés, más la Supercopa del mismo año, Ferguson, aún con muchos detractores en sus métodos y comportamientos, firmaría su contrato con el Manchester United, rechazando a muchos otros clubes importantes ingleses.
El ex del Aberdeen llegó a Manchester e implantó su particular sistema autoritario, sus ideas chocaron con las costumbres inglesas y con las de alguno de sus futbolistas. Quizás por aquello sus inicios en la Premier no fueron buenos. La paciencia del club y la confianza en el técnico, hicieron que Ferguson aguantase en el banquillo de Old Trafford durante varias campañas sin conseguir ni un solo título, en la actualidad parece impensable que pudiese ocurrir, pero aquella confianza en el técnico que dejó los astilleros por el fútbol fue clave para el devenir del Manchester United, para el del club y para el de la Premier League.
Del triunfo sobre el Crystal Palace en la final de la FA Cup en 1990 hasta el año 2013 donde nos deja, ha llovido lo suficiente como para que los ‘Diablos Rojos’ hayan disfrutado de la mejor época de su historia, de los años en los que el club, de la mano de Sir. Álex, pasó de sus siete títulos ligueros a un total de veinte, eso en los veintisiete años de Ferguie en el banco inglés. Tremendo. Si les sumas 5 FA Cups, 10 Community Shield, 4 Leagues Cups, una Recopa de Europa, una Supercopa, una UEFA, dos Champions League, la Intercontinental y el actual Mundial de Clubes, obtenemos un total de 45 galardones, 38 de ellos en Manchester. Cambio de adjetivo, brutal.
Hola,
ResponderEliminarhe podido acceder a su web y me ha parecido realmente interesante. Debido a que dispongo de un blog similar al suyo: profesorapuesta.blogspot.com, me gustaría poder intercambiar enlaces contigo.
Espero su respuesta y que mi blog sea de su agrado.
Muchas gracias y un saludo.
Joan Campomar.