Aquel Standard de Lieja que había conseguido crear un equipo de super estrellas juntando a talentos semejantes como Milan Jovanovic, Diumerci Mbokani, Steven Defour, Axel Witsel o Marouane Fellaini había llegado a su fin. Muchos habían abandonado el club de Lieja para estas fechas y entonces se perfilaron Anderlecht y Genk como alternativas a la dictadura que el equipo francófono había impuesto en los últimos años, fue el equipo de Franky Vercauteren el que tomó el mando.
Este histórico jugador belga había empezado su carrera como entrenador profesional en el 97, aunque sólo estuvo una temporada como DT en el KV Mechelen antes de empezar una etapa de aprendizaje en el Staff técnico del Anderlecht, esta se culminaría con su nombramiento como entrenador jefe en 2005. Estuvo hasta 2007 en el Constant Vanden Stock y en esas dos temporadas pudo devolver la gloria al equipo malva. Levantó dos títulos de liga y sendas supercopas belgas. Como es obvio, esto no paso desapercibido y la federación le ofreció el puesto de seleccionador nacional. Eso si, después de 2 años sabáticos para el míster.
No fue muy fructuosa su temporada en ‘’Les Diables Rouges’’ y decidió volver a los banquillos para hacerse con el KRC Genk, en 2009.
Ahora comienza nuestra historia...
Empezaremos hablando de la temporada regular, que como sabéis consta de 30 jornadas, donde al final los 6 mejor clasificados optan al título en una nueva fase de 10 jornadas donde los puntos se han reducido a la mitad. Tras estas 30 primeras, el título parecía quedar a merced de Anderlecht y Genk, ambos lideraban la tabla con 65 y 64 puntos respectivamente. KAA Gent, Club Brujas, Lokeren y en última posición un desconocido Standard de Lieja, por entonces a 16 puntos del líder, completaban este grupo de los elegidos.
Pero el rendimiento del Anderlecht en el Play Off fue nefasto, 5 derrotas lastraron al equipo de Ariel Jacobs a la tercera plaza, el KAA Gent también se hundió y el Club Brujas no tuvo fuerzas para aspirar al título pese a la magnífica temporada de Ivan Perisic (22 goles y nombrado mejor jugador de la temporada). Todo se iba a decidir en la última jornada, y si, adivinen quien había remontado de forma espectacular para hacerle frente al KRC Genk de Vercauteren. El Standard de Lieja. 8 victorias y 1 empate le servían para llegar igualado a puntos con el Genk en la última jornada, el Cristal Arena o Fenix Stadion, como prefieran llamarlo, acogería un duelo a muerte donde el ganador, o en caso de empatar, el Genk, sería el campeón de Bélgica.
Había sido la temporada de Thibaut Courtois, que tras solo un partido el curso anterior, se hizo con la titularidad y disputó todo con Vercauteren. La temporada de Jelle Vossen que había anotado 20 goles, la de Marvin Ogunjimi, si Ogunjimi, que sumaba 15 tantos. Y también había sido la temporada de Kevin De Bruyne, el cual se había destapado al continente. Muchos talentos había conseguido aunar Vercauteren, jóvenes promesas que desbancaron al todopoderoso Standard de Lieja. Pero se sufrió…
25000 personas abarrotaban el Cristal Arena de Genk aquella tarde de 17 de mayo de 2011. El Standard de Lieja salía con el siguiente XI: Bolat; Pocognoli, Mangala, Kanu, Opare; Camara, Defour, Carcela, Witsel, Van Damme; Tchité. El KRC Genk respondía con: Courtois, Vanden Borre, Matoukou, Joneleti, Ngongca; Mavinga, Tozser, Hubert, De Bruyne; Vossen, Ogunjimi.
Con las fichas dispuestas sobre el tablero comenzó la partida, a los 25’ se tuvo que parar el encuentro por una brutal patada de Mavinga sobre la cabeza de Carcela que lo dejó inconsciente. Todo hay que decir que, no fue voluntaria pero era una roja de libro y al sacar solo tarjeta amarilla, el árbitro condicionó el encuentro.
Las caras de desesperación entre sus compañeros se sucedían al verlo tumbado en el suelo, sin conocimiento. Incluso Tchité lloraba desconsoladamente. Tras cinco de parón, el juego se reanudó entrando al campo Aloys Nong para sustituirlo y siendo trasladado Carcela al hospital.
Tras este accidentado comienzo, volvió el fútbol y el Standard de Lieja golpeó primero. Al filo del descanso, ya en el tiempo añadido, una falta frontal botada por Steven Defour sería rematada por Mangala tras una serie de rechaces, era el 0-1 para los de Lieja.
Casi transcurrido el segundo asaltao, acababa de entrar el nigeriano Kennedy Nwanganga, y en el primer balón que tocó, empataba el partido. Sólo quedaban 11' para el final y el tanto le daba el título al KRC Genk. Y entonces apareció. Allí surgió la figura de Thibaut, minuto 85’ y mano a mano de Aloys Nong con el meta belga, disparo bestial del camerunés que Courtois consigue sacar con el codo. Espectacular.
Ahí no acababa la figura del joven meta. Tras la anterior intervención del guardameta, el Standard botó el córner que, de nuevo, Courtois salvaría con una doble parada espectacular. Un portero de 18 años le daba la tercera liga de su historia al KRC Genk en su primera temporada como profesional.
Lo que se vivió en el Cristal Arena esa noche lo recordarán todos aquellos presentes. Tras los días de fiesta llegó una también agónica clasificación para la Champions League, en la tanda de penalties donde el héroe fue Köteles. Pero eso ya es otra historia… otra hazaña que contar...
Por Irati Prat del Pozo, @Iratipdp21 en twitter.
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