El principio del fin. Y es que tras esto, quedarían años de éxitos, de reconocimiento deportivo y sobre todo, años de paz. Y es que justo poco antes de aquella desgraciada Guerra de los Balcanes, deportistas yugoslavos destacaban en sus disciplinas, ya fuese baloncesto, fútbol o incluso, waterpolo. En el ahora deporte rey, para lo que me he puesto a dedicar estas líneas, hubo un equipo que conquistó nuestros corazones, nuestro amor por el fútbol quedaría prendado por un conjunto de auténtico éxito, un equipo juvenil capaz de gustar, sí, pero capaz de ganar mundiales, aquel en Chile, allá por 1987. Recordar, mundial juvenil, sub 20, una generación prometedora, una generación rota por política, por intereses políticos. Una generación que en años posteriores no compartirían escudo, no vestirían la misma zamarra y que apenas pocos antes, lograron multitud de medallas en diferentes disciplinas, y todas ellas bajo un mismo patrón, un mismo escudo, una bandera, un país. Yugoslavia.
Aquel 1987 una joven selección yugoslava viajó a Chile, la expectativa no era grande pese al enorme futuro del combinado, la realidad era diferente, aquel mundial sub 20 no decía mucho, no era de renombre y la mayor parte de las federaciones no jugaban con todas sus figuras. Los clubes y federaciones anteponían sus ligas y las competiciones europeas a este campeonato del mundo. Bajas como Babunski, Boksic o Jugovic hacían presagiar lo peor, primera fase y vuelta casa. ¿El resto del plantel? Brnovic, Pavlicic, Jarni, Mijatovic, Suker, Prosinecki o Boban. A la vista de los logros, más que suficiente.
Aquella selección sin eslovenos ni macedonios, esa combinación de croatas, serbios, montenegrinos y bosnios formaba una temible Yugoslavia. Una Yugoslavia de ensueño, una Yugoslavia campeona. Una selección que no solo arrasó en la fase inicial, sino que fue capaz de batir a Brasil y a las ‘Alemanias’, las dos potentes selecciones germanas que quedaron en nada ante aquel potencial balcánico.
Pasaron tres años y 1990 fue testigo del Mundial de Italia, acontecimiento donde Yugoslavia dio muestra de aquel maravilloso grupo de jóvenes que en Chile asombraron al mundo del balompié. A muchos de aquella generación de oro se les sumaban jugadores de la talla de Katanec, Jugovic, Stoijkovic, Savicevic o Mihaijlovic. Entre otras selecciones, España fue testigo en primera línea del enorme grupo yugoslavo, en octavos caeríamos ante los susodichos, que a la postre y en cuartos de final harían lo propio ante la Argentina de Maradona, tan sólo los penaltis separaron al inmenso equipo yugoslavo de las semifinales de un Mundial, del Mundial de Italia 90.
Un año antes de la Eurocopa de 1992 en Suecia, el Estrella Roja de Belgrado levantaría la antigua Copa de Europa, evidenciando de este modo y con hechos, la enorme salud del fútbol balcánico. El broche a todo este cúmulo de éxitos podría haberse llevado a cabo en Suecia, en aquella Eurocopa donde debió participar, aquella Eurocopa donde partiendo entre los nombres de las favoritas, finalmente no pudo acudir. Inmersos en plena Guerra Civil, la UEFA decidió no dar cabida a yugoslavos en ‘su Euro’, de este modo, su puesto lo ocuparía Dinamarca, selección no clasificada y a la postre sorprendente campeona.
Años más tarde Yugoslavia (luego Serbia y Montenegro), Croacia, Eslovenia o Bosnia-Herzegovina buscarían suerte dispar, nadie sabría cómo hubiesen transcurrido Eurocopas y Mundiales con Boban, Mijatovic, Jarni, Suker, Savicevic, Boban, Milosevic, Jugovic, Mihaijlovic, Zahovic o Prosinecki defendiendo el mismo bando, nunca lo sabremos, pero no hay que negarlo, sonaba bonito.
Actualmente y con el paso de los años, seis selecciones forman la antigua Yugoslavia, seis banderas y un elenco de nombres propios capaz de levantar títulos con sus clubes, capaz de ser reconocidos como jugadores de primer nivel. De esos jugadores TOP, como gusta denominarlos ahora.
La Croacia de Modric, Srna, Vida, Lovren, Rakitic, Perisic, Jelavic o Mandzukic. Una de las selecciones más prometedoras; la Bosnia de Begovic, Spahic, Misimovic, Pjanic, Lulic y el goleodar Edin Dzecko. ¿Qué tal el combinado montenegrino de Jovetic o Vucinic? Tal vez el elenco serbio de los Brkic, Ivanovic, Vidic, Kolarov, Subotic, Nastasic, Tomovic, Basta, Tadic y Tosic. A todos ellos podemos sumarles a Pandev por Macedonia o a Handanovic de la selección eslovena.
Como vemos, multitud de jugadores, multitud de nombres en estos seis combinados, estos seis países. Serbia, Montenegro, Eslovenia, Croacia, Bosnia y Macedonia, la antigua Yugoslavia, la antigua potencia yugoslava que la guerra separó, y con ella no sólo un pueblo, unas ciudades, con ella un futuro enorme en el deporte, en el fútbol, una selección rota por política, por dominio y por poder. Lo que la guerra separó, lo que la guerra no nos dejó ver, quizás disfrutar. Nunca lo sabremos, no, en el recuerdo lo que pudo ser. Yugoslavia se llamaba.
Bueno soy chileno y vi a muchos de los jugadores del sub 20 - 1987 eran espectaculares, y siempre uno piensa que seria si........... , fueron grandes jugadores
ResponderEliminarME DA MUCHA BRONCA NO HABER VISTO A ESA SELECCION YUGOSLAVA EN EL MUNDIAL DEL 94 Y 98 UNA PENA, ALGO QUE LA GUERRA NUNCA NOS DEJO VER QUE TAL EQUIPO CONCHA DE SU MADRE QUE TAL EQUIPO¡¡¡¡
ResponderEliminarla guerra nos privo de ver a esa constelacion de estrellas juntas en los miundiales del 94 y el 98 y ahora mirando este mundial si estuvieran juntos esoso paises como yugoslavia seria una fortisima seleccion DZEKO, MANZUKITZ, MODRIC, RAKITICK, VIDIC, SRNA,IVANOVIC, KOLAROV,
ResponderEliminar, PLANICJ, ETC ETC