
Tras una temporada decepcionante en la que se conseguía la salvación en la penúltima jornada en Riazor, el Athletic volvía a confiar las riendas del primer equipo al carismático Javier Clemente, quién solicitaba refuerzos para mejorar el plantel del que disponía. Los cazatalentos de Lezama, siempre con un ojo sobre Tajonar, se habían fijado en un jugador de apenas 17 años a quién el 'Cuco' Ziganda, sorprendido por sus cualidades, había convertido en el jugador más joven en debutar en la categoría de bronce del fútbol español. Clemente se negaba al fichaje de la joven promesa, al que veía aún "muy verde" e instaba a la directiva a fichar a Raúl García. Osasuna, o en este caso Patxi Izco, ejecutaba su ley no escrita de inflar el precio para el Athletic tasando al jugador en 30 millones (un año después sería vendido al Atlético de Madrid por 12 millones). Pero la directiva, presidida por Lamikiz, arriesgaba y llegaba a un acuerdo para el fichaje de Javi Martínez, en contra de los deseos de su entrenador. Aunque ahora había que convencer al jugador, o más bien a su familia, lo cuál no fue tan fácil como parece.

Seis años después, Javi Martínez es un jugador enormemente versátil y polivante, reconvertido este año de la mano de Bielsa desde medio centro a defensa central, pero que perfectamente puede, llegado el caso, actuar incluso de lateral derecho como se le a visto en alguna ocasión durante el curso pasado. Sin duda uno de los mejores jugadores de la liga, lo que le ha valido para ser campeón de Europa y del Mundo con la selección y que ha ayudado y guiado al Athletic hasta las puertas de la gloria. Esperemos poder seguir disfrutando de él muchos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario